PICADURAS DE ANIMALES MARINOS. Las picaduras típicas del verano.
Si hay una picadura que se asocia al verano es sin duda la de animales marinos como medusas, arañas de mar o erizos de mar.
Medusas: las medusas de nuestras costas son un visitante frecuente verano tras verano y aunque su picadura es molesta, no suele revestir gravedad. Al ser transparentes es muy difícil verlas y en cuanto nuestro cuerpo entra en contacto con sus tentáculos se produce la reacción.
La carabela portuguesa (Physalia Physalis)
La medusa más peligrosa con la que nos podemos encontrar. El contacto con sus tentáculos, que llegan a medir 20 metros o más, pueden tener consecuencias muy graves para los bañistas. La gran concentración de nematocistos y su potente veneno con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas pueden llegar a producir en algunas situaciones un shock neurógeno provocado por el intensísimo dolor y la parálisis.
Su hábitat y cómo reconocerlas: Se las ve regularmente en la costa gallega y del Cantábrico. También ha sido avistada en aguas del Mediterráneo. Su mayor característica es su vivo color violáceo y su vela llena de gas que las hace flotar y desplazarse con el viento.
Medusa luminiscente (Pelagia Noctiluca): su peligrosidad radica en que suelen ir en enjambres y esto hace que la superficie de piel afectada por su toxina sea muy grande, sus tentáculos causan irritaciones y escozor pudiendo incluso dejar una herida abierta que se puede infectar. El veneno podría llegar a causar problemas respiratorios, cardiovasculares y dermatológicos.
Su hábitat y cómo reconocerlas: Las encontramos por toda la costa Atlántica y Mediterránea. Tienen un color rosado rojizo que permite distinguirlas muy bien, tienen cuatro tentáculos orales muy gruesos y tienen toda la superficie cubierta de verrugas que segregan un veneno urticante.
Medusa de compases (Chrysaora Hysoscella): Su peligrosidad es elevada, sus tentáculos de hasta 5 metros de longitud causan picor y quemazón al principio e inmediatamente después aparición de quemaduras y ampollas, produciéndose marcas que tardan un tiempo en desaparecer.
Su hábitat y cómo reconocerlas: Son bastante comunes tanto en el Mediterráneo como en la costa cantábrica. Su color es blanco amarillento y tiene un diseño radial característico que recuerda al dibujo de 16 compases abiertos hacia el exterior
La avispa de mar (Carybdea Marsupialis): Si un bañista entra en contacto con esta medusa, sus tentáculos le inyectaran las toxinas causando una terrible sensación de dolor, así como el enrojecimiento e inflamación de la zona afectada. En pocos minutos el afectado sufrirá un colapso cardiovascular que puede resultar en la muerte. Habitat costas del Mediterráneo
Medusa Olindia (Olindias phosphorica): Se trata de una especie muy urticante, sus picaduras son muy dolorosas y causan muchos problemas a los bañistas.
Su hábitat y cómo reconocerlas: La podemos encontrar de forma masiva en las costas del Mediterráneo y en las zonas cálidas del Atlántico. Es transparente con un dibujo radial rojizo y tiene los tentáculos azulados.
Medusa Aguamala (Rhizostoma Pulmo): Esta medusa gigantesca no produce daños en la piel graves, pero puede producir irritaciones, no sólo por contacto directo con estas medusas o los fragmentos de tentáculos liberados en el agua, sino también por su presencia en aguas de zonas costeras cerradas a mar abierto.
Su hábitat y cómo reconocerlas: Las tendremos todo el verano tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico. Es característica por su forma de campana blanca y azulada con 8 gruesos tentáculos orales.
Aguacuajada (Cotylorhiza tuberculata): medusa poco peligrosa pero muy molesta. Su picadura tiene efectos muy leves debido a que sus tentáculos son muy cortos aunque irrita la piel, no requiere atención médica.
Su hábitat y cómo reconocerlas: Esta medusa es muy común en el Mediterráneo y una autentica invasión en verano en el Mar Menor. Su forma es muy característica ya que parece un huevo frito, tiene un color marrón amarillento y no tiene tentáculos.
PECES ARAÑA
son los peces venenosos más comunes de nuestras costas. Viven enterrados bajo la arena por lo que es relativamente fácil pisarles y que esto nos cause reacción. Su picadura es muy dolorosa y lo más recomendable es lavarla con agua, sumergir la zona afectada en agua muy caliente y acudir a un centro sanitario.
Su picadura causa mucho dolor y provoca una sensación de calor. Por regla general se inflama y se aprecian pequeñas heridas alrededor de la picadura que podría llegar a sangrar.
Erizos marinos: Podemos pisar sin querer algún erizo de mar en la playa, en las zonas más rocosas. En principio no son lesiones graves, ya que no llevan veneno y es más molesto que doloroso, aunque pueden complicarse con infecciones al no poder extraer eficazmente las púas.
Se recomienda extraer solo las que estén muy superficiales con sumo cuidado para no romperlas, podemos usar pinzas. el resto de púas que no conseguimos extraer de forma sencilla se recomienda aplicar vinagre, así como meter el pie en agua caliente y sal. Podemos impregnar el vinagre en un paño, con el que envolver la zona afectada durante unos 20-40 minutos y después introducir el pie en el agua caliente con sal a la que también podemos añadir algo de vinagre. Estas púas son muy frágiles y con el vinagre suelen deshacerse poco a poco, tampoco es algo instantáneo y puede llegar a tardar algunos días en que nos libremos de todas.
PROF. DR. FERNANDO GALAN