Fernando Galán Galán - Blog

Blog de Medicina Interna. Experto en Miopatía Mitocondrial del Adulto. Fibromialgía y Síndrome de Fatiga crónica

Burnout es un síndrome caracterizado por el agotamiento emocional y despersonalización (que incluye la negatividad, el cinismo y la incapacidad para expresar la empatía o el dolor), y una sensación de baja realización personal, la reducción de eficacia en su trabajo.

El burnout en médicos no es nuevo, pero si es nuevo las actuales tasas alarmantes de  Burnout. Las tasas de burnout ahora son dos veces más altas en medicina que en otros campos, incluso después del ajuste por factores como edad, sexo, nivel de educación y horas trabajadas en la semana pasada.

PERO NO SE LIMITA SÓLO A LOS MÉDICOS

Sabemos que el problema comienza temprano.

  • Los estudiantes de medicina y los residentes tienen tasas más altas de agotamiento y depresión que otros estudiantes que están cursando carreras no médicas.

En nuestro estudio, sobre la prevalencia de burnout en estudiante de medicina de los cursos 3º y 6º, encontramos que la prevalencia se duplicó desde el tercer año hasta el sexto año.

También en otro estudio, investigamos la prevalencia del burnout, la depresión y la ideación suicida entre los estudiantes de odontología de 2º, 4º y  5º año de carrera. Los estudiantes de 4º año eran los que presentaron mayor prevalencia de burnout, depresión e ideación suicida.

En la muestra global, la prevalencia de ideación suicida en el último año, fue del 6,4% casi el triple de lo encontrado 2,3% en la población general entre  15-29 años de España.

Y las enfermeras también experimentan tasas alarmantes de Burnout.

MEDSCAPE ENCUESTA EN ESTADOS UNIDOS

En los Estados Unidos, el 42% de los médicos tienen burnout, según una encuesta realizada en 2018, en 15.543 médicos  de 29 especialidades.

Los datos de la encuesta revelaron que el

  • 42% de los médicos experimentaron burnout,
  • 15% experimentaron depresión
  • 14% experimentaron ambos.

Los más 'quemados' con tasas de 46% al 48%, fueron,

  • médicos de cuidados intensivos,
  • neurólogos,
  • médicos de familia,
  • internistas
  • ginecólogos
  • anestesistas
  • cirujanos

Otros especialistas con tasas de 23% al 33%, fueron

  • cirujanos plásticos,
  • dermatólogos,
  • patólogos
  • oftalmólogos

Por edades:

  • 45 a 54 años tuvieron tasas más altas de agotamiento 50%
  • 55 a 69 años 41%
  • < 45 años el 35%

 ¿Cómo puede afectar a la atención de los  pacientes?

En los médicos con depresión

  • 40% refieren no afectar
  • 33% refieren sentirse fácilmente exasperado por los pacientes
  • 32% estaba menos comprometido con sus pacientes
  • 29% eran menos amigable con los pacientes debido a su depresión.

El 14% de estos médicos informaron que cometen errores que normalmente no se producirían como resultado de su depresión,

y el 5% informa que estos errores podrían dañar a los pacientes.

¿Cómo afecta a su relación con otros médicos?

  • 42% refieren estar fácilmente exasperado y menos comprometido con ellos
  • 37% expresan su frustración frente a ellos.
  • Solo el 40% de los médicos buscaron o planearon buscar ayuda profesional para el Burnout, la depresión o ambos

Principales factores que contribuyen al burnout y/o depresión

Los factores más frecuentemente mencionados fueron:

  • 56% demasiadas tareas burocráticas
  • 39% pasar demasiadas horas en el trabajo
  • 26% falta de respeto por parte de los administradores / empleadores, colegas o personal
  • 24% aumento la informatización

Cuando se les preguntó ¿qué reduciría su burnout?

  • 35% más ingresos para evitar el estrés financiero,
  • 31% quería un horario de atención más manejable
  • 27% menos reglamentaciones

A los que NO experimentaron Burnout, se le preguntó la forma en que evitaron el estrés relacionado con el trabajo.

En la mayoría de los casos, dijeron que

  • mantienen una actitud positiva sobre el trabajo,
  • se esfuerzan por manejar sus expectativas y tratan de equilibrar su trabajo y su vida hogareña.
  • Algunos con suerte: horarios flexibles, colegas de apoyo y / o un buen ambiente de trabajo.

Los médicos son humanos y son afectados personalmente cuando las circunstancias dificultan el cumplimiento de sus compromisos éticos y la mejor atención posible al paciente.

Nada pone de relieve estas consecuencias que las tasas devastadoras de suicidio, entre los médicos. Aproximadamente 400 médicos estadounidenses mueren por suicidio cada año.

Los estudios muestran que por cada hora que los médicos pasan con los pacientes, pasan una o dos horas más completando notas, documentando llamadas telefónicas, solicitando análisis y pruebas, revisando los resultados, respondiendo a las solicitudes de los pacientes, prescribiendo medicamentos, y comunicándose con el resto del  personal.

CONCLUSIONES

  • Las tasas de burnout ahora son dos veces más altas en medicina que en otros campos.
  • No se limita a los médicos: también se ha detectado una alta tasa 'estar quemados' o Burnout – superior al 40% - en estudiantes de medicina y odontología; así como en los profesionales de la enfermería.
  • Médicos más afectados: especialistas de cuidados intensivos ,y edad de 45 a 54 años
  • Como posibles causas destacan: demasiadas tareas burocráticas, falta de respeto y demasiada informatización.
  • Los médicos son humanos y son afectados personalmente cuando las circunstancias dificultan el cumplimiento de sus compromisos éticos y la mejor atención posible al paciente.

REFERENCIAS

  1. Fernando Galán, Arturo Sanmartín, Juan Polo, Lucas Giner. Burnout risk in medical students in Spain using the Maslach Burnout Inventory-Student Survey. Int Arch Occup Environ Health. 2011; 84(4):453-9
  2. F Galán, J-V Ríos-Santos, J Polo, B Rios-Carrasco, P Bullón. Burnout, depression and suicidal ideation in dental students. Med Oral Patol Oral Cir Bucal 2014;19:206–211
  3. Alexi A. Wright et al. Beyond Burnout — Redesigning Care to Restore Meaning and Sanity for Physicians. NEJM 2018: 378:309-11
  4. Victor J. Dzau et al. To Care Is Human — Collectively Confronting the Clinician-Burnout Crisis. NEJM 2018;378:312-313

Prof. Dr. Fernando Galan